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Equilibrio entre trabajo y cuidado de ancianos: cómo encontrar ayuda

Casi uno de cada seis adultos que participan a tiempo completo en la fuerza laboral brindan atención no remunerada a un ser querido. (Índice de bienestar de Gallup-Healthways) Actualmente, el cuidador promedio tiene 49 años. Esta edad también es un momento pico para los ingresos y los logros profesionales. A medida que nuestra población envejece, más familias brindan atención a un adulto mayor en el hogar, y un número cada vez mayor de personas necesitará dicha atención en la próxima década. Esta tendencia sugiere que cada vez más adultos que trabajan serán puestos en una posición dedesventaja financiera debido a las necesidades del cuidado familiar.


Las tendencias demográficas y sanitarias actuales hacen que este problema sea aún más significativo:

  • La generación masiva de los Baby Boomer se encuentran en la mejor edad para brindar cuidados, y muchos se están convirtiendo, ellos mismos, en receptores de cuidados.

  • Aunque vivimos más tiempo, enfermedades debilitantes relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer, el Parkinson, la artritis, la diabetes y los accidentes cerebrovasculares, ocurren con una frecuencia cada vez mayor.

  • Las estadías en el hospital son cada vez más cortas, lo que significa que se necesita más atención en el hogar.

  • Las mujeres, que tradicionalmente han sido las cuidadoras tanto de niños como de ancianos, ahora tienen más probabilidades de estar en la fuerza laboral y menos disponibles para brindar cuidados de tiempo completo.

¿Qué hacen los cuidadores familiares?

Haz clic aquí para obtener una guía más completa del papel de los cuidadores familiares, pero para resumir, el papel varía. El objetivo del cuidado familiar es ayudar a un ser querido a mantener la independencia en el hogar el mayor tiempo posible.


Para algunos, es un esfuerzo diario y casi a tiempo completo que cubre las tareas necesarias del día a día (bañarse, vestirse, alimentarse, coordinar las visitas al médico, etc.). Para otros, es un nivel de atención frecuente, pero menos práctico, realizar las tareas semanales y mensuales (ayuda con las facturas, seguridad en el hogar, viajes al supermercado, etc.).


¿Cuál es su impacto?

El sistema de salud en los Estados Unidos, tal como existe hoy, no podría funcionar sin estos cuidadores familiares no remunerados. Su valor en la fuerza laboral se estima en $470 mil millones anuales (Fuente).


Dicho esto, las interrupciones en el trabajo debido a las responsabilidades de cuidado de los empleados dan como resultado pérdidas de productividad para las empresas de aproximadamente $2110 por año por empleado, una pérdida de hasta $33,6 mil millones por año para los empleados de tiempo completo como grupo (Fuente).


¿Cómo pueden los cuidadores que trabajan manejar el estrés?

Ser un cuidador que trabaja viene con un nivel compuesto de estrés y responsabilidad. El estrés es mayor que el que crea cualquiera de esos roles por sí solo. Afortunadamente, hay muchos recursos comunitarios, gubernamentales y sin fines de lucro disponibles para ayudar a aliviar algunas de las cargas. Exploremos cómo determinar tus necesidades y acceder a la ayuda relevante:


Paso 1: evalúa tus necesidades

El primer paso para una ayuda eficaz para un cuidador que trabaja es comprender exactamente qué tipo de ayuda necesitará. Para resolver esto:

  • Haz una lista de todo lo que haces como cuidador y sepárala en dos categorías: cosas que debo manejar yo mismo y cosas en las que me sentiría cómodo delegando.

  • Toma la lista de cosas con las que te sentirías cómodo delegando y desglosa aún más: ¿qué tipo de atención es y dónde podría tener lugar la atención? Ejemplos: Tipo de atención necesaria: acompañante, tareas domésticas, preparación de alimentos, atención de enfermería. Dónde podría ocurrir la atención: en el hogar, un centro para personas mayores, una guardería para adultos u otro lugar.

  • Determina un presupuesto: ¿qué presupuesto disponible (si corresponde) tienes que dedicar a estas necesidades?

Paso 2: busca ayuda

Una vez que tengas una idea de con qué quieres/necesitas ayuda, tendrás una idea mucho mejor de por dónde empezar a buscar y evaluar tus opciones.


Encontrar recursos comunitarios

Encuentra recursos comunitarios a través de servicios de información y referencia: Estos son servicios para ayudarte a ubicar programas y servicios locales y son un excelente lugar para comenzar. Aquí hay 3 lugares para buscar información y servicios de referencia.

Organizaciones senior: Las organizaciones para personas de la tercera edad o comunitarias mantienen listas de recursos por área geográfica para ayudarte a comenzar a encontrar la ayuda que necesitas.

Empleadores: Algunos empleadores también ofrecen este tipo de información a través de los Programas de asistencia al empleado (EAP), por lo que vale la pena hablar con tu empleador para ver qué recursos pueden ofrecer.

Recursos en línea: Family Caregiver Alliance está en línea a través de Family Care Navigator y ofrece información sobre recursos públicos para todos los estados, incluidas las Agencias locales para personas mayores. El Localizador Nacional de cuidado de ancianos proporciona información sobre las Agencias de Área para el Envejecimiento y otros servicios. Incluso si tu padre vive lejos, puedes encontrar servicios que lo ayuden.


Paso 3: Coordinar: discutir las tareas con familiares, amigos y organizaciones

Finalmente, es hora de coordinar. Existen tanto fuentes informales de ayuda como fuentes más formales, como organizaciones locales y de atención.


Ayuda para organizar

Obtén ayuda a través de arreglos informales: Puede haber tareas sencillas que los amigos, la familia, los vecinos o los miembros de un grupo religioso pueden hacer fácilmente (por ejemplo, preparar comidas, llevar a cabo, ayudar con la compra de comestibles o lavar la ropa, proporcionar llamadas telefónicas tranquilizadoras o compañía para tu pariente). Nosotros recomendamos celebrar una reunión familiar y hacer que familiares y amigos estén en sintonía sobre las cantidades y los tipos de atención necesarios para así delegar en consecuencia.

Organizaciones locales: Si la familia o los amigos no pueden o no quieren, o si algunas tareas siguen pendientes, los centros o universidades locales para personas mayores suelen tener programas para voluntarios de la comunidad.

Organizaciones asistenciales: En California, once Centros de recursos para cuidadores (CRC) brindan una variedad de servicios de apoyo a los cuidadores familiares de adultos con afecciones de salud discapacitantes (por ejemplo, Alzheimer, Parkinson, accidente cerebrovascular, lesión cerebral traumática, enfermedad de Parkinson). Los CRC ayudan a los cuidadores familiares con información, programas educativos y apoyo emocional, así como con la planificación de la atención individualizada para apoyarlo en su viaje como cuidador. La mayoría de los servicios son gratuitos. Puedes encontrar más información y recursos visitando la lista de los Centros de recursos para cuidadores de California.

Otras ideas: Hay muchos otros servicios comunitarios disponibles para ayudar, incluidos los servicios de gestión de la atención, las comidas a domicilio (como mealsonwheels.org), servicios de transporte, servicios de seguridad en el hogar, atención temporal durante la noche, cuidados paliativos (para personas con enfermedades terminales) y grupos de apoyo (para el cuidador o la persona enferma). Tu Agencia de Área para el Envejecimiento local o el centro para personas mayores puede ayudarte a localizarlos.


Paso 4: referencia cruzada

Toma la lista de tareas del paso 1 y comienza a dividirlas con los recursos disponibles (familiares, amigos, organizaciones que hayas encontrado, etc.). Usa un calendario u organizador (como www.lotsahelpinghands.com) para asegurarte de que ninguna de las tareas importantes se pase por alto.


Nota: sitios web como www.lotsahelpinghands.com proporcionan sitios protegidos con contraseña para ayudarte a programar ayuda y mantener a familiares y amigos informados sobre la condición de tu ser querido.


Ideas finales

Los cuidadores familiares que trabajan desempeñan un papel fundamental en la preservación de la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas o terminales en todo el país. Hacer malabarismos con el trabajo y las responsabilidades de cuidado puede agravar el estrés de ambos roles. Para reducir la carga, vale la pena organizarse, buscar ayuda y delegar responsabilidades cuando sea posible.


Recuerda que no puedes encargarse de la prestación de cuidados solo. Pedir o aceptar la ayuda ofrecida puede parecer extraño, pero es una de las mejores formas de garantizar tu bienestar emocional y reducir la frustración. Consulta nuestros consejos para crear una lista de verificación para el descanso y renovación aquí.


Te invitamos a consultar nuestra biblioteca de información para cuidadores familiares haciendo click aqui para más lecturas y recursos. También puedes llamarnos al 800-543-8312 para obtener más información sobre cómo podemos ayudarte en tu viaje como cuidador.

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