Si encontraste este artículo, es probable que tengas un ser querido que recientemente sufrió una lesión cerebral traumática (TBI). Si bien el camino por delante puede ser largo y difícil, ten por seguro que no estás solo. Millones de estadounidenses sufren TBI cada año, y muchos sobrevivientes pueden llevar una vida relativamente normal con la ayuda de familiares y amigos. En este artículo, brindaremos algunos consejos sobre cómo comunicarte, controlar los estados de ánimo y cuidar a un ser querido con una TBI.
¿Qué es una TBI?
Una lesión cerebral traumática (TBI, por sus siglas en inglés) es un tipo de daño al cerebro que puede ocurrir después de una lesión en la cabeza. TBI puede conducir a una amplia gama de problemas cognitivos, físicos y emocionales. Los síntomas pueden aparecer de inmediato o gradualmente con el tiempo.
La recuperación de una lesión cerebral traumática depende de la gravedad de la lesión y de la edad y la salud de la persona. En algunos casos, las personas con TBI experimentan desafíos de por vida. Las caídas son la principal causa de TBI, seguidas de las lesiones relacionadas con armas de fuego, los accidentes automovilísticos y las agresiones. (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades)
Los síntomas más comunes de una lesión cerebral traumática incluyen:
Déficits en la atención y la memoria a corto plazo
Disminución del nivel de conciencia
Pensamiento lento
Fractura de cráneo
Dificultades en la tolerancia a la frustración
Amnesia
Problemas con la gestión del tiempo y la toma de decisiones.
Anomalías neuropsicológicas
(Fuente: LCT CO)
Cómo comunicarte con tu ser querido
Una de las cosas más desafiantes de cuidar a un ser querido con una TBI es comunicarse con ellos. Las TBI a menudo conducen a cambios en el estado de ánimo, la cognición y el comportamiento, lo que puede dificultar las conversaciones: puede ser difícil saber exactamente qué decir. Es importante ser paciente, comprensivo y claro al comunicarte con tu ser querido, aunque puede parecer más fácil decirlo que hacerlo.
Para hacerlo más simple, solo recuerda seguir su ejemplo.
Si quiere hablar sobre su lesión, escúchalo con atención; si no quieren hablar de ello, no fuerces el asunto. Recuerda que es posible que tu ser querido no pueda expresarse tan elocuentemente como antes de la lesión, así que no te frustres si tienes problemas para encontrar las palabras correctas. Al escuchar, trata de darles el espacio para encontrar las palabras por sí mismos sin intervenir, ya que eso puede hacer que se sientan frustrados, abrumados o menospreciados sin querer.
Consejos para lidiar con los cambios de humor
Las lesiones cerebrales traumáticas también pueden provocar cambios de humor y cambios a largo plazo en el estado de ánimo o el estado emocional. En un minuto, tu ser querido puede estar feliz y optimista, y al minuto siguiente puede estar enojado o triste. Estos cambios pueden ser frustrantes tanto para ti como para tu ser querido, pero hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a manejarlos.
Mantener una rutina para tu ser querido: esto podría incluir comidas regulares, actividades programadas, etc. Tener una rutina predecible ayudará a minimizar la confusión y la ansiedad.
Dale espacio a tu ser querido cuando lo necesitan; a veces solo necesitan tiempo a solas, lejos de los factores estresantes y en un lugar tranquilo para procesar sus emociones.
Date espacio cuándo lo necesitas. Si temes reaccionar por emoción o enojo, aléjate de la situación hasta que te sientas más equilibrado.
Trata de encontrar actividades que le gusten a tu ser querido y que lo ayuden a relajarse; esto podría ser escuchar música, pasar tiempo al aire libre o cualquier otra cosa que le brinde alegría.
No lo tomes como algo personal. Recuerda que la lesión puede ser la causa del cambio de humor, no es culpa de nadie (incluido tu). Trata de separar tus sentimientos de la situación.
Ayudar a tu ser querido a regresar a su vida normal
El objetivo para muchas personas con TBI es eventualmente regresar a su vida "normal" tanto como sea posible. Esto puede significar regresar al trabajo o la escuela, participar en actividades de ocio o socializar con amigos y familiares. Dependiendo de la gravedad de su lesión, algunas personas pueden volver a su vida anterior a la lesión con relativa rapidez; otros pueden necesitar más tiempo; aquí no hay una respuesta "correcta".
Cualquier regreso a las viejas rutinas y hábitos deberá ser gradual e individualizado para que tu ser querido no se sienta abrumado. Ayudar a tu ser querido a reintegrarse en la sociedad puede ser un desafío, pero hay muchos recursos disponibles en grupos de apoyo en línea, asesoramiento en persona, así que no dudes en hacer preguntas o buscar ayuda cuando la necesites.
Para obtener un recurso local del Condado de Orange, consulta la Red de lesiones cerebrales de St. Jude. La Red de lesiones cerebrales de St. Jude (SJBIN, por sus siglas en inglés) es un recurso invaluable que ayuda a los sobrevivientes de lesiones cerebrales traumáticas a obtener acceso a un empleo remunerado, encontrar programas de reintegración comunitarios apropiados, viviendas seguras y accesibles y acceder a educación relacionada con la investigación.
Consejos para cuidadores familiares que cuidan a un ser querido con una TBI
En primer lugar, cuídate a ti mismo. Es importante mantenerse saludable y descansado, para que puedas estar lo mejor posible para tu ser querido. Asegúrate de programar un tiempo para ti todos los días, incluso si son solo unos minutos para tomar un descanso.
Se paciente y comprensivo. Los TBI puede causar cambios en el estado de ánimo, el comportamiento y las capacidades cognitivas. Es importante ser paciente y comprender que estos cambios están fuera del control de tu ser querido.
Mantén abiertas las líneas de comunicación. Habla con tu ser querido sobre su lesión, cómo se siente y cuáles son sus objetivos para el tratamiento. Esta comunicación abierta los ayudará a comprender mejor y a enfrentar los cambios resultantes de la lesión cerebral traumática.
Crea una red de apoyo. Busca otros familiares o amigos que puedan ofrecerte apoyo emocional, ayuda práctica o ambos. También puede ser útil unirse a un grupo de apoyo para cuidadores de seres queridos con TBI.
Busca ayuda profesional cuando sea necesario. Si te resulta difícil hacer frente a tu función de cuidador, no dudes en buscar ayuda profesional de un terapeuta o consejero que se especialice en el cuidado de TBI.
Pensamientos finales
Cuidar a una persona con una TBI puede ser emocional y prácticamente difícil. Sin embargo, siendo paciente y comprensivo, manteniendo una rutina y brindando apoyo, puede ayudar a que el proceso de recuperación sea más fácil tanto para usted como para tu ser querido.
Para obtener un recurso local del Condado de Orange, consulte la Red de lesiones cerebrales de St. Jude. La Red de lesiones cerebrales de St. Jude (SJBIN, por sus siglas en inglés) es un recurso invaluable que ayuda a los sobrevivientes de lesiones cerebrales traumáticas a obtener acceso a un empleo remunerado, encontrar programas de reintegración comunitarios apropiados, viviendas seguras y accesibles y acceder a educación relacionada con la investigación.
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