Cuando se cuida a un padre anciano, los hijos adultos suelen trabajar juntos para elaborar un plan de cuidados. Este trabajo en equipo suele ser beneficioso, ya que genera confianza en la toma de decisiones para el camino a seguir. Pero, ¿qué se puede hacer si se es hijo único? No sólo no hay nadie más a quien dirigir las ideas, sino que tampoco hay nadie con quien compartir la carga de trabajo. Alrededor del 20% de los hogares tienen un solo hijo, así que este problema no es infrecuente y no estás solo. En este artículo, vamos a dar 7 consejos para gestionar el cuidado de un padre anciano como hijo único.
7 consejos para los hijos únicos que cuidan de sus padres
Cuidar de tus padres mayores es una tarea abrumadora, incluso cuando tienes la posibilidad de dividir la carga de trabajo con tus hermanos. Sin embargo, si eres hijo único, el cuidado de tus padres puede parecer aún más complicado. Esto es especialmente cierto si también tienes que gestionar tu propia familia y tu carrera profesional sin una persona que te apoye.
Si eso es lo que te ocurre, este artículo está pensado para ayudarte. Exploremos 7 consejos para cuidar de los padres mayores siendo hijo único.
1. Planifica con antelación
Si eres hijo único, es posible que esta situación te afecte. Una de las mejores cosas que puedes hacer por esta versión futura de ti mismo es iniciar la conversación sobre los cuidados tardíos con tus padres mucho antes de que sean necesarios.
Empieza la conversación diciendo algo como: "Sé que esto no es pronto, pero ¿has pensado en lo que haremos cuando te hagas mayor?".
Es importante dar tiempo a tus padres para que se preparen para esta eventualidad desde el punto de vista financiero, emocional y físico. Puedes hablar con ellos de una forma sensible a sus emociones pero realista ante el hecho de que están envejeciendo.
2. Preparate
A medida que tus padres envejecen, pueden tener la tentación de desentenderse de ti y decir cosas como: "Estoy bien de salud. No tenemos que preocuparnos por esto todavía". Aunque es tentador dejarlo para otro día, sólo conseguirás crear una situación más complicada para ti cuando llegue el momento. En su lugar, acude a la conversación preparado.
● Pregúntales sobre el testamento: ¿tienen uno o piensan hacer uno?
● Pregúntales sobre su salud: ¿hay algo que debas saber?
● Pregúntales sobre sus planes de jubilación: ¿han pensado dónde y cómo quieren envejecer?
● Pregúntales sobre sus deseos: haz que empiecen a pensar en las directivas avanzadas, como una DNR o cualquier otra directiva de salud que quieran tener.
Las preguntas específicas pueden parecer intrusivas, pero son útiles para animar a tus padres a pensar de forma más crítica sobre los problemas a los que pueden enfrentarse a medida que envejecen. Recuerda que es mejor comprender los deseos de tus padres mientras están en un buen estado mental para comunicarlos que hacer conjeturas cuando ya es demasiado tarde.
3. Empezar a conocer los servicios disponibles
Hay muchas organizaciones, iglesias, grupos comunitarios, organizaciones de voluntarios, asociaciones nacionales, subvenciones estatales y federales, tu Agencia Local de Envejecimiento, y más, que están aquí para ayudar a los cuidadores. Aunque es posible que todavía no necesites nada en concreto, es una buena idea conocer las opciones que tienes en caso de necesitarlas.
4. Pide ayuda
Si ya estás cuidando como hijo único a tus padres mayores, entiende que está bien y es preferible que pidas y recibas ayuda. No puedes hacerlo todo tú solo. Hay profesionales de la salud y organismos comunitarios, como los mencionados anteriormente, que pueden ayudarte, y puede que también tengas otros familiares o amigos que estén dispuestos a echarte una mano. Si no se te ocurre a quién pedírselo, también puedes incluir a tus padres preguntándoles de quién les gustaría recibir ayuda.
Nota: Antes de pedir ayuda, asegúrate de tener una idea de las tareas que más te beneficiarían. Si hay una tarea para la que no tienes tiempo, que te agota o que, por el contrario, no disfrutas, es una de las mejores tareas para las que puedes pedir ayuda.
5. Establece Límites
Como hijo único, la expectativa (ya sea que esa expectativa provenga de tus padres o sea autoinfligida) puede ser que necesites manejar cada tarea y preocupación.
A medida que surgen nuevas tareas o facturas, es posible que esperen que sigas añadiendo cosas a tu plato.
Por lo tanto, es importante establecer límites firmes con tus padres lo antes posible. Para poder atender lo mejor posible a tus padres, necesitas espacio y tiempo para recuperarte. Tienes tus propias necesidades físicas, emocionales y económicas que son igualmente válidas. Establece y refuerza los límites firmes y los límites de lo que puedes hacer.
6. Tomate un respiro
Hay cuidadores profesionales que puedes contratar por horas, días, meses, etc. para aliviar parte de la presión que tienes. Los cuidados de relevo pueden darle un respiro muy necesario en una situación de cuidados intensivos. La búsqueda de opciones de relevo puede estar fuera de su alcance económico, en cuyo caso considere las opciones de atención comunitaria y de asociaciones mencionadas anteriormente
7. Comunícate claramente
Si algo no te parece bien o no está claro, dilo.
Por ejemplo, si el médico te da una receta o una recomendación con la que no estás familiarizado, no pasa nada por hacer preguntas. O, como cuidador principal de tus padres, puede haber tareas que te pidan que realices y que no estés seguro de cómo manejar. Puede que el médico se haya equivocado o que tenga margen para explicarte algo mejor.
Siempre es mejor preguntar y obtener respuestas que llegar a casa y tener que resolver el problema sobre la marcha. Tú eres el defensor de tus padres.
Otro ejemplo: si tus padres te piden demasiado, no pasa nada por hacerles saber que están pidiendo demasiado. Lo más probable es que tus padres estén contentos de pasar tiempo contigo y no se den cuenta de la magnitud de la carga que estás sintiendo.
Una comunicación clara es siempre mejor que las preocupaciones no expresadas que conducen al resentimiento. También eres tu propio defensor.
Reflexiones finales
Cuidar de los padres ancianos como hijo único es, lógicamente, una perspectiva abrumadora. Si planificas con antelación, establece las expectativas y los límites, y comunicarte con claridad, hará que tu trabajo sea mucho más fácil. Como cuidador en el Condado de Orange, no estás solo.
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