El cuidado de un familiar (proporcionar cuidados no remunerados a un ser querido) es, al mismo tiempo, uno de los roles más desinteresados y exigentes que una persona puede asumir. Ya sea que se trate de cuidar a un padre anciano, a una pareja con problemas de salud o a un niño con necesidades especiales, el desgaste emocional y físico se acumula con el tiempo. El rol es, sin duda, gratificante, pero también agotador, y con demasiada frecuencia, los cuidadores dejan su propio bienestar en segundo plano en favor de sus seres queridos y otras obligaciones. Después de un tiempo, para muchos cuidadores, esto termina por conducir al agotamiento.
Aunque parezca que sí, el agotamiento no se produce de la noche a la mañana. Se va acumulando lentamente y se manifiesta en forma de fatiga, irritabilidad e incluso resentimiento antes de evolucionar hacia un agotamiento total.
Pero no tienes por qué dejar que llegue tan lejos, y puedes tomar medidas para adelantarte si sientes que te diriges hacia esa dirección. Aquí te contamos cómo.
Comprenda los primeros signos del agotamiento del cuidador
Lo primero que debe saber al estar atento a los signos y síntomas es que el agotamiento del cuidador es muy común. Los estudios han demostrado que más del 60% de los cuidadores lo experimentan en algún momento, lo que significa que es más probable que lo experimentes a que no. (Fuente)
Pero no tiene por qué ser así.
A continuación, se presentan algunos signos tempranos de agotamiento del cuidador a los que debes prestar atención:
Agotamiento emocional y físico.
Alejamiento de amigos, familiares y otros seres queridos.
Pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
Sentirse desesperado e impotente.
Cambios en el apetito y/o peso.
Cambios en los patrones de sueño.
Incapacidad para enfocar o concentrarse.
Enfermarse con más frecuencia o permanecer enfermo durante más tiempo.
Irritabilidad, frustración o enojo hacia quienes te rodean.
(Fuente)
Cómo adelantarse al agotamiento del cuidador: evitar que se agrave
Ahora que sabes lo que debes buscar, aquí hay algunos pasos que puedes seguir ahora para evitar que esto suceda, en el mejor de los casos, o evitar que se agrave, en el peor.
1. Reconoce que tú también necesitas atención
Muchos cuidadores creen que pedir ayuda o tomarse un tiempo para sí mismos es un signo de debilidad o egoísmo. Especialmente cuando se trata de brindar cuidados a tiempo completo o de equilibrar otras obligaciones familiares. Pero, sin importar cómo te sientas, no es debilidad ni egoísmo. Es la única manera de mantener los cuidados a largo plazo. Probablemente los hayas escuchado una docena de veces antes, pero realmente no se puede servir de una taza vacía.
Reconocer que tienes límites es el primer paso para prevenir el agotamiento.
2. Establece límites desde el principio
Las responsabilidades de cuidado se adaptan a medida que pasa el tiempo, las enfermedades progresan o las necesidades cambian. Esto suele dar lugar a una ampliación de las obligaciones, que se suman al alcance mucho más allá de lo acordado inicialmente (lo que se conoce como “expansión del alcance”).
Lo que comienza como algunos recados o ayuda ocasional puede convertirse en atención a tiempo completo, expectativas ampliadas y mucho más. Establecer límites, ya sea sobre el tipo de tareas que puedes realizar, el tiempo que puedes dedicar o cuándo necesitas descansos, es fundamental.
Está bien decir: “No puedo hacer esto solo”, “No puedo manejar una tarea adicional” o “Necesito ajustar estas expectativas”.
3. Construye un sistema de apoyo
Nadie debería tener que afrontar el cuidado de un ser querido solo. Ya sea por parte de familiares, amigos o profesionales, contar con el apoyo de otras personas marca una gran diferencia.
Si sientes que no hay apoyo a tu alrededor, o sientes que incluso aquellos que te apoyan no pueden empatizar con lo que estás pasando, considera unirte a un grupo local o un grupo de apoyo en linea para cuidadores. A veces, simplemente hablar con personas que comprenden puede proporcionar un alivio increíble.
4. Tómate un tiempo para ti (sin culpa)
Cuidarse no es un lujo, es una necesidad. Ya lo sabes hasta cierto punto, pero saberlo no es suficiente. Es importante que te tomes un tiempo para ti todos los días para respirar y descansar.
Aunque se trate de una caminata corta, un libro antes de dormir o un descanso para tomar un café con un amigo, esos momentos importan. Si tienes problemas de culpa, recuerda que recargar energías te permite ser un mejor cuidador durante más tiempo.
5. Mantente atento a las señales de advertencia
El agotamiento no solo se siente como estrés: si no se controla, puede provocar problemas de salud graves. Si experimenta fatiga constante, enfermedades frecuentes, ansiedad, depresión o una sensación de desesperanza, es hora de tomar medidas. Ya sea simplemente dar un paso atrás para respirar más a menudo, comunicar límites o buscar ayuda profesional, aceptar que es hora de tomar medidas será mejor para tu salud a largo plazo.
6. Explora las opciones de atención de relevo
Siempre que sea posible, aprovecha los servicios de cuidado de relevo. Ya sea a través de asistentes profesionales de salud a domicilio, programas diurnos para adultos o incluso familiares de confianza que intervengan, darse un descanso, incluso por unas pocas horas, puede marcar una gran diferencia.
Existen programas disponibles en California que pueden ayudarte a financiar estos servicios cuando sea necesario. Crea una cuenta gratuita en CareNav™ para obtener ayuda para encontrar estos programas.
7. Acepta que la perfección no es el objetivo
Muchos cuidadores se presionan a sí mismos de manera poco realista para hacer todo a la perfección. ¿La realidad? No existe el cuidador perfecto. No recibes un salario ni estás capacitado para un puesto que no pediste. Ten paciencia contigo mismo. Haz lo mejor que puedas, pero reconoce que se cometen errores y que eso está bien.
Reflexiones finales: cómo adelantarse al agotamiento del cuidador
Cuidar a otra persona es un acto profundo de amor, pero no debería hacerse a costa de tu propio bienestar. Si reconoces el agotamiento de forma temprana y tomas medidas para prevenirlo, no solo te estás protegiendo a ti mismo, sino que también te estás asegurando de poder seguir brindando la mejor atención posible. El Centro de recursos para cuidadores de California del condado de Orange está aquí para brindarte asistencia y orientación para ayudarte a lograrlo. Consulta nuestra biblioteca de recursos para ayudarte a transitar esta experiencia. Juntos, podemos recorrer el panorama de la atención médica y ayudarte a brindar la mejor atención posible para tus seres queridos.
Lectura adicional: Cómo afrontar el resentimiento como cuidador
El resentimiento hacia los cuidadores es un desafío emocional común que enfrentan los cuidadores familiares, mucho más a menudo de lo que admiten (por lo que no estás solo en esto, aunque lo parezca). Tu resentimiento es natural, pero no tiene por qué definir tu experiencia como cuidador. Al final, encontrar el equilibrio y el apoyo es la clave para una trayectoria de cuidado sostenible y satisfactoria.
Así que hablemos de ello: Sumérgete aquí.
Comments