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Fatiga en el cuidado: causas y herramientas de prevención

La fatiga del cuidador puede sentirse como chocar contra una pared. Es un estado severo de agotamiento físico, mental y emocional, resultado final de un estado prolongado de estrés. Hay varios pasos que puedes seguir para evitar la fatiga del cuidador una vez que comprendas qué es y qué lo causa. Si sientes que puedes estar al borde de la fatiga, este artículo te ayudará a identificarlo y revertir el curso.


Nota: si sientes que puedes estar experimentando fatiga, puedes encontrar un alivio adicional al buscar ayuda profesional para diagnosticarlo y tratarlo.


¿Qué es la fatiga del cuidador?

La fatiga del cuidador es un estado de agotamiento físico, mental y emocional severo. Puede afectar tu estado de ánimo, sueño, concentración, energía, relaciones, calidad de atención, calidad de vida y más. La fatiga se puede evitar si se reconoce y se trata de prontamente. En este artículo, exploraremos las causas de la fatiga del cuidador y ofreceremos algunos consejos para prevenirla.


¿Qué causa la fatiga del cuidador?

La fatiga del cuidador puede ser causada por:

  • Expectativas poco realistas y su impacto emocional. Para la mayoría de las condiciones, no hay nada que puedas hacer para curar a tu ser querido. No puedes hacer que mejoren. Todo lo que puedes hacer es apoyarlos y ayudarlos a mantener la independencia en el hogar. Los cuidadores que esperan poder curar a sus seres queridos de alguna manera son más propensos a la fatiga del cuidador debido a estas expectativas poco realistas que se han fijado.

  • Ambigüedad de rol. Si compartes tus responsabilidades de cuidado con otros en tu familia, tu papel puede parecer incierto. Si eres es el único cuidador, es posible que no sepas exactamente qué hacer o qué se necesita de ti. Esta ambigüedad puede causar estrés y confusión, lo que puede contribuir a la fatiga. Debes discutir cualquier ambigüedad en tu función con el médico y otras personas de tu equipo de atención para atar cabos sueltos.

  • Carga de trabajo. Puedes sentir que simplemente hay demasiado que hacer. Es posible que debas equilibrar el cuidado con otras obligaciones, como el trabajo, los hijos, tu cónyuge, tus amigos y tus propias necesidades. Puede parecer que simplemente no hay suficiente tiempo para hacerlo todo, lo que genera pensamientos ansiosos, estrés y, posiblemente, fatiga del cuidador.

  • Aislamiento. Los cuidadores comúnmente se sienten aislados por su rol. Tal vez estés solo en el cuidado de tu ser querido, o tal vez sientas que nadie realmente entiende por lo que estás pasando. Independientemente de la causa, los sentimientos de aislamiento pueden contribuir al agotamiento.

  • Falta de privacidad. Por otro lado, la falta de privacidad también puede contribuir al agotamiento. Entre todas las responsabilidades de tu vida cotidiana, es posible que sientas que no tienes tiempo para relajarte, estar solo y recargar energías.

¿Cuáles son los síntomas de la fatiga para los cuidadores?

Los síntomas de la fatiga reflejan la ansiedad y la depresión, lo que dificulta que tu mismo te diagnostiques. Esta es la razón por la cual es importante buscar una opinión profesional si sientes que puedes estar luchando contra la fatiga. Los signos y síntomas de la fatiga incluyen:

  • Aislamiento de amigos, familiares y otros seres queridos.

  • Pérdida de interés en actividades que antes disfrutabas.

  • Sentirse triste, irritable, desesperanzado e impotente.

  • Cambios en el apetito, el peso o ambos.

  • Cambios en los patrones de sueño.

  • Enfermarse con más frecuencia.

  • Sentimientos de querer hacerse daño a sí mismo o a la persona a la que cuida.

  • Agotamiento emocional y físico.

  • Irritabilidad.


Cómo prevenir la fatiga

La buena noticia sobre la fatiga es que hay muchas maneras de prevenirla y revertir el curso antes de que se intensifique. Estos son algunos de nuestros consejos favoritos:

  • Cuidado de relevo. Ya sea que le pidas a un amigo que intervenga por una tarde o contrates a un profesional para que se haga cargo durante unos días, el cuidado de relevo es una gran opción para tener en tus opciones.

  • Grupos de apoyo. Encontrar un grupo de apoyo local de personas que entienden por lo que estás pasando y empatizan sin juzgar, pueden ayudarte significativamente con tu claridad mental y felicidad.

  • Establece metas y límites realistas. Aprende a reconocer tus límites, acepta que puedes necesitar ayuda y no tengas miedo de pedir ayuda o aceptarla cuando se te ofrece.

  • Habla con un profesional. Hay muchos terapeutas y trabajadores sociales que estarán encantados de ayudarte con esto. Un profesional puede ayudarte a desenredar los líos persistentes en tu mente y ver las cosas desde una nueva perspectiva.

  • Cuídate. Muchos cuidadores experimentan culpa cuando (aunque sea mínimamente) se priorizan a sí mismos. Aprende a aceptar que necesitas un descanso de vez en cuando y haz el tiempo en tu agenda para priorizar tu salud. Es importante que comaa bien, hagas ejercicio, priorices el sueño, asistas a tus propias citas médicas, salgas, vayas a ver a un amigo, leas un libro, etc. Tomarte tiempo para ti no es egoísta, es necesario para evitar la fatiga y mantener la calidad de la atención que merece tu ser querido.

Pensamientos finales

Lo hemos dicho antes y lo diremos de nuevo: tomarse un tiempo para uno mismo no es egoísta, es necesario. Tu ser querido merece atención de calidad, la calidad de atención que solo puede brindar cuando te presentas sano, descansado y recargado. Prioriza tu salud física, mental y emocional para evitar la fatiga del cuidador.


Si eres es un cuidador familiar, el Centro de Recursos para Cuidadores de California del Condado de Orange está aquí para ti. ​​Te invitamos a consultar nuestros recursos gratuitos para cuidadores familiares haciendo clic aquí o llamando al 800-543-8312 para obtener más información sobre cómo podemos ayudarte.

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