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La tradición se une al cuidado: Cuidado de personas mayores en la comunidad hispana

Cuidar a los seres queridos mayores es más que una simple responsabilidad en la cultura hispana: es una forma de honrar tradiciones arraigadas, dar amor y respetar a los mayores. A lo largo de las generaciones, estos valores culturales desempeñan un papel fundamental en el apoyo que las familias brindan a sus mayores.


Para los familiares mayores, estas tradiciones pueden brindar consuelo, conexión y un sentido de pertenencia. Para los cuidadores, estas tradiciones pueden ofrecer fortaleza y comunidad; sin embargo, también pueden conllevar el desafío de lidiar con altas expectativas.

Tradiciones sobre el cuidado de ancianos en las comunidades hispanas

Si bien no todos los hogares observan estas tradiciones, muchos aún se ven afectados por:

Familismo

En el corazón de muchos hogares hispanos se encuentra el familismo: un profundo sentido de lealtad y conexión familiar.

Para las personas mayores de nuestra comunidad, esto a menudo significa afrontar la vejez con apoyo. Familiares como hijos, nietos, primos (primeros, segundos y terceros), así como tías y tíos, están ahí para brindarles apoyo. Además, incluso amigos cercanos, considerados como "familia", suelen ofrecer su apoyo.


Qué significa para los cuidadores:

El Familismo puede ser algo hermoso: un sentido de propósito compartido y un sistema de apoyo integrado para que el cuidado no recaiga en una sola persona. Desafortunadamente, puede ser complicado debido a las múltiples dinámicas familiares que intervienen. Por ejemplo, cada miembro de la familia puede tener sus propias ideas sobre qué es lo mejor, la carga de trabajo diaria suele recaer sobre solo unos pocos hombros y los cuidadores pueden sentirse atrapados en el medio, tratando de que todos estén contentos.


Conociendo el familismo:

La Comunicación clara ayuda a evitar que el familismo se convierta en una carga. Las conversaciones regulares mediante mensajes grupales, llamadas rápidas o reuniones familiares pueden ayudar a garantizar que todos conozcan su rol. Además, puede ayudar a garantizar que se respeten los deseos de la persona mayor y que no haya confusión con respecto a las finanzas o la atención médica.


Cuando las familias se mantienen conectadas y comparten la carga, el familismo se convierte en un verdadero regalo, ofreciendo a los cuidadores descansos, apoyo emocional y un sentido de conexión más fuerte en lugar de aislamiento.

Hogares multigeneracionales

El hogar es más que un mero lugar para vivir: a menudo es un espacio de reunión donde se reúnen varias generaciones.


Para los seres queridos mayores, formar parte de la vida familiar diaria —escuchar risas, compartir comidas y estar cerca de sus seres queridos— puede ser un verdadero regalo. Aún más notable, reduce la soledad, aumenta la independencia y les hace sentir que aún desempeñan un papel importante en el hogar.


Qué significa para los cuidadores:

En cierto modo, esto puede facilitar el cuidado. Estar cerca puede brindarles una sensación de alivio y apoyo, ya que es más probable que puedan apoyarlo cuando lo necesite.

Sin embargo, también puede traer consigo desafíos como líneas borrosas entre el tiempo en familia y el cuidado, rutinas contradictorias en un hogar ocupado y opiniones encontradas sobre cómo “debería” brindarse el cuidado.


Cómo hacer que la convivencia multigeneracional funcione:

Mantener un hogar compartido funcionando sin problemas requiere trabajo en equipo. Dividir el cuidado, las tareas domésticas y las comidas para que nadie se sienta abrumado, crear espacios personales para momentos de tranquilidad y turnándose para el cuidado, de esa manera todos ayudamos a mantener la paz.


Celebrar el tiempo juntos (a través de comidas compartidas o rituales familiares) y mantener la flexibilidad cuando las rutinas cambian pueden convertir una casa ocupada en un hogar conectado para todos.

Roles de género en el cuidado

Con frecuencia, las responsabilidades y roles de cuidado recaen en las mujeres de la familia, ya sean hijas, nueras o nietas, por ejemplo. Desafortunadamente, esto es común en la comunidad hispana, ya que los conceptos de marianismo y machismo cobran importancia en muchos hogares hispanos. La idea del marianismo —ver a las mujeres hispanas como fuertes, desinteresadas y dedicadas a la familia— a menudo refuerza la expectativa de que las mujeres asuman naturalmente el rol de cuidadoras principales. En comparación, la idea del machismo —ver a los hombres hispanos como los principales sustentadores y líderes de la familia— les otorga la libertad de decidir sus roles y deberes dentro de la familia/hogar, así como de implementarlos en los demás.


Qué significa para los cuidadores:

Equilibrar el cuidado de un familiar con todo lo demás, como el trabajo, los estudios o incluso el tiempo libre, puede parecer una tarea de malabarismo. Por lo tanto, cuando la familia espera que te encargues de todo, es fácil sentirse abrumado o que tus propias necesidades quedan en último lugar.


Por ejemplo, Reducir las horas de trabajo o alejarse de tu carrera puede dificultar el avance profesional y para ahorrar para la jubilación.


Encontrar el equilibrio:

Ningún cuidador debería tener que elegir entre cuidar a un ser querido y ocuparse de sus propios objetivos. Aprovechar los recursos comunitarios como los programas de apoyo a cuidadores e incluso preguntar sobre opciones de trabajo flexibles puede hacer una gran diferencia.


Pedir y recibir ayuda no es señal de fracaso, ya que reducirá drásticamente la carga de cuidado. Te permitirá cuidar de tu familia y, al mismo tiempo, cuidar de ti mismo.

Uso de remedios tradicionales

Para algunos, los remedios tradicionales y naturales siguen siendo importantes para el envejecimiento y la lucha contra las enfermedades. Es común que la medicina moderna se rechace o se busque como último recurso.


Qué significa para los cuidadores:

Honrar esto puede brindar un gran consuelo e incluso ayudar a tu ser querido a sentirse más en control de su salud y conectado con su herencia cultural. Sin embargo, puedes encontrarte atrapado entre las expectativas familiares de usar prácticas tradicionales y las recomendaciones médicas, lo que puede llevar a  estrés o incluso desacuerdos dentro de la familia.


Encontrar el equilibrio:

Es posible respetar las tradiciones culturales y, al mismo tiempo, mantener a tu ser querido sano y salvo. Las conversaciones abiertas con los profesionales de la salud pueden ayudar a encontrar maneras de incorporar remedios de forma segura, para que la persona mayor se sienta apoyada sin comprometer su atención. Este enfoque mantiene a todos en sintonía y reduce la tensión entre la tradición y la medicina moderna.

Reticencia hacia las residencias de ancianos

En muchos casos, colocar a un anciano en un hogar de ancianos u otro centro de larga estancia se considera un último recurso. Envejecer en casa se considera una muestra de respeto y cariño, mientras que trasladarlos a un centro puede sentirse como "abandonar" a la familia, incluso cuando es la opción más segura o práctica.


Qué significa para los cuidadores:

Si bien mantener a un ser querido en casa puede ser gratificante, también puede ser exigente, física, emocional y económicamente. Los cuidadores pueden sentir la presión de que pueden "hacerlo funcionar" incluso cuando están abrumados, debido a las expectativas culturales o al sentimiento de culpa que les genera considerar la atención externa. Cuando las necesidades de cuidado se vuelven demasiado grandes, esto también puede reducir la calidad de la atención que recibe un ser querido.


Cómo abordar la internación de un ser querido en un hogar de ancianos:

Cuidar en casa no tiene por qué significar hacerlo todo solo. Si quieres honrar la voluntad de tu ser querido, puedes explorar servicios de atención domiciliaria o ayudas sanitarias a domicilio para obtener apoyo. Este equilibrio puede ayudarte a honrar sus deseos sin sacrificar tu propio bienestar.


Si ya no es seguro para tu ser querido permanecer en casa, considera conectarte con servicios de cuidado para obtener apoyo para atravesar la difícil conversación, la transición y el posible manejo de la culpa.

Donde la tradición hispana se encuentra con el cuidado

Cuidar a un ser querido mayor en la comunidad hispana implica mucho más que simplemente satisfacer las necesidades diarias: es honrar los lazos que enriquecen la vida familiar. Puedes brindar consuelo, propósito y apoyo a todos los involucrados en el cuidado. Desafortunadamente, también existe el desafío invisible de gestionar las expectativas.


Encontrar el equilibrio significa adoptar estas tradiciones y, al mismo tiempo, asegurarse de que los cuidadores tengan las herramientas, la ayuda y el espacio que necesitan para prosperar.

 
 
An elderly man sitting a wheelchair, being pushed by his daughter who is pointing toward something

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