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Cuidando a los hermanos

Si tus padres necesitan ayuda para mantener la independencia, tener hermanos puede ser tanto una fuente de alivio como un factor de estrés. La dinámica en muchas familias no es simple, y nada trae más disparidades a la superficie como administrar el cuidado de tus padres. En este artículo, exploraremos cómo identificar la dinámica familiar que puede afectar la prestación de cuidados y cómo navegar por las emociones para aumentar tus posibilidades de obtener ayuda.


¿Por qué las relaciones entre hermanos a menudo luchan a través del cuidado?: dinámica familiar

Ver a nuestros padres envejecer, luchar contra enfermedades crónicas y / o debilitantes y morir es uno de los capítulos más difíciles de la experiencia humana. Todos lo manejaremos de manera diferente.


Algunos de nosotros tenemos relaciones más saludables con nuestra educación que otros. Esto incluye tanto nuestras relaciones con nuestros padres como la relación entre nosotros y nuestros hermanos. Hay muchos problemas personales, emocionales, financieros y relacionales que salen a la luz: diferencias en la dinámica familiar, opiniones sobre cómo se debe manejar el cuidado y por quién, etc.


Trabajar juntos para determinar las funciones de los cuidadores

Lo que sucede a menudo es que el hermano que vive más cerca de los padres (o que tiene la relación más cercana) termina inicialmente asumiendo pequeñas tareas en la casa para ayudar. A medida que crecen las necesidades, también aumentan sus responsabilidades, pero no hay una discusión o acuerdo formal sobre quién debe ser el cuidador principal.


Como suele ser el caso, las familias harán suposiciones, ya sea en función de los roles de género (los hermanos se encargarán de las facturas y las hermanas se encargarán del cuidado físico y las emociones) o de las circunstancias (el hermano desempleado debe proporcionar la mayor parte del cuidado), que pueden sentirse simple, pero no es el mejor enfoque.


Cuando no llegan activamente a un acuerdo juntos sobre los roles y responsabilidades que debe tener cada uno, la situación puede generar resentimiento. El hermano que está haciendo más puede sentir que sus hermanos no están dispuestos a ayudar o están muy felices de dejarlo todo sobre sus hombros.


Para evitar esto, es importante determinar (o reorganizar) las funciones y responsabilidades de forma conjunta y activa; es necesario reexaminar todas estas suposiciones como familia. La mejor manera de hacerlo es convocar reuniones familiares lo antes posible y con la mayor frecuencia posible. Las reuniones familiares pueden proporcionar un lugar para discutir las necesidades de los padres y preguntar qué puede contribuir cada persona en tiempo o dinero. Si es necesario, una persona de confianza ajena a la familia puede facilitarlo.


Acepta y comprende las diferencias

A algunos de nosotros nos llevará más tiempo que a otros comprender y aceptar la situación tal como es. Los hermanos pueden estar en desacuerdo sobre la necesidad de atención (es posible que no se acepte la realidad o la gravedad de esta situación, por ejemplo), el mejor camino para la atención o su papel en todo ello. Aquí hay algunas formas de estar en la misma página:

  • Si no hay una emergencia, espera un tiempo para que todos estén en sintonía. Es natural que los hermanos asimilen la situación en diferentes momentos y de diferentes maneras. Esto puede suceder independientemente de si están lejos o cerca.

  • Obtén una (o varias) opiniones profesionales. Obtén una evaluación profesional de la condición de tus padres por parte de un médico, trabajador social o administrador de atención geriátrica y envía el informe a todos tus hermanos. Intenta usar el correo electrónico, las herramientas para compartir la atención en línea y/o las reuniones familiares en persona para ayudar a que todos estén al tanto de los problemas y la información de la atención.

  • Comunicar y compartir información. Ten en cuenta que los padres a menudo les dicen a sus hijos cosas diferentes sobre cómo les va. Ésta es una buena razón para mantener abiertas las líneas de comunicación entre ellos y tratar de poner en común tu información sobre la salud de tus padres.

Consejos para obtener más apoyo de los hermanos

  1. Trata de aceptar tanto a tus hermanos como a tus padres como realmente son, no como desearías que fueran. Las familias son complicadas: no hay "debería" sobre cómo se ha de sentir la gente. Alguien no es "malo" o "está mal" si no está de acuerdo contigo. Aborda el cuidado con esta mentalidad para evitar muchos conflictos.

  2. No simplifiques demasiado ni hagas suposiciones. Es fácil suponer que tienes toda la razón y que tus hermanos están equivocados, o son perezosos, irresponsables, indiferentes, etc., pero esto, en la mayoría de los casos, no es cierto. Cada persona tiene una relación diferente con sus padres, y la perspectiva de cada persona seguramente será diferente.

  3. Pregúntate qué es lo que realmente quieres de tus hermanos. A menudo, es posible que pienses que quieres ayuda, pero, aun así, te resistas activamente. Tómate un tiempo para reflexionar y pensar en lo que realmente esperas lograr al hablar con tus hermanos. ¿Quieres ayuda y, de ser así, en qué forma? ¿Quieres que realicen determinadas tareas con regularidad? ¿Quieres que te den tiempo libre de vez en cuando? ¿O sientes que tienes todo bajo control, pero te gustaría que contribuyan con dinero para los servicios o para aliviar un poco la carga? ¿O quieres hacerte cargo del cuidado, pero solo quieres su apoyo emocional?

  4. Pide ayuda claramente o pídeles que se comuniquen contigo con regularidad. Cuando necesites ayuda, lo mejor es pedirla de forma clara y directa. "¿Puedes quedarte con mamá los martes?" es mucho más eficaz que asumir que "no debería tener que preguntar". Si no preguntas, tus hermanos pueden asumir que tienes todo cubierto y no lo te ofrecen ayuda por respeto a ti y a que todo lo que estás haciendo. Si no deseas ayuda, pídeles que se comuniquen contigo en la capacidad que más te convenga, ya sea diaria, semanal o mensual. Cuando necesites ayuda, tendrás la oportunidad de solicitarla.

  5. Mira como pides ayuda. Si tienes sentimientos de enojo o frustración, puede que lo demuestres involuntariamente en tu tono de voz. Evita hacer que tus hermanos se sientan acusados ​​o culpables, incluso si crees que esa sería una respuesta adecuada. La culpa hace que las personas se sientan incómodas y se pongan a la defensiva (pueden enojarse, minimizar o criticar lo que estás haciendo o evitar el tema por completo), lo cual es contraproducente para el objetivo final de obtener ayuda.

  6. Obtén ayuda de un profesional ajeno a la familia. Incluso las familias más sanas a veces pueden necesitar la ayuda de un profesional objetivo. Personas como terapeutas familiares, trabajadores sociales, administradores de atención geriátrica, médicos o un religioso pueden ayudar a los hermanos a establecer lo que es real sobre la salud y las necesidades de los padres para ayudar a distribuir las responsabilidades de manera más equitativa. En las reuniones familiares, pueden ayudarte a mantenerte enfocado en el tema en cuestión y ayudarte a evitar que surjan viejos argumentos.

  7. No permitas que las disputas legales o de herencia desgarren a tu familia. Cualesquiera que sean sus razones, recuerda que fueron sus padres, no sus hermanos, quienes decidieron esto. Piensa bien antes de descargar tu enojo o decepción con tus hermanos. Son lo que queda de tu familia original y, para la mayoría de las personas, esta relación se vuelve más importante después de la muerte de los padres.

Ideas finales

Tratar con tus hermanos sobre el cuidado de tus padres puede ser difícil, complejo y emocional. Es normal sentir una amplia gama de emociones. Los viejos patrones (jerarquía de hermanos, de mayor a menor, por ejemplo) pueden nublar tu juicio para manejar la situación actual.


Es importante comprender tus propias emociones en este momento desafiante y tratar de sentir simpatía por los sentimientos de tus hermanos también, incluso si no estás de acuerdo.


No tienes que excusar el comportamiento negativo, pero trata de imaginar el miedo, el dolor o la necesidad que está provocando que tus hermanos reaccionen como lo hacen. Ese tipo de comprensión puede aliviar muchos conflictos familiares.


Recuerda que no puedes encargarte de la prestación de cuidados solo. Pedir o aceptar la ayuda ofrecida puede parecer extraño, pero es una de las mejores formas de garantizar tu bienestar emocional y reducir la frustración. Consulta nuestros consejos para crear una lista de verificación para descanso y renovación aquí.


Para obtener más información y recursos, te invitamos a consultar nuestra biblioteca de información para cuidadores familiares haciendo click aqui. También puedes llamarnos al 800-543-8312 para obtener más información sobre cómo podemos ayudarte en tu viaje como cuidador.

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